Por Marvin Harris
Un sorprendente descubrimiento llamado el
efecto Flynn ha venido a poner en entredicho la premisa básica de que los
resultados del CI miden un rasgo hereditario fijo e inmutable durante la vida
de una persona, que no puede modificarse sustancialmente merced a un entorno
culto. Al estudiar los tests de inteligencia practicados en el ejército
norteamericano, el psicólogo James R. Flynn advirtió que los reclutas que se
encontraban en la media con respecto a sus contemporáneos estaban por encima de
la media con respecto a generaciones anteriores de reclutas. Los resultados de
diferentes generaciones de reclutas que pasaron exactamente el mismo test
habían mejorado en tres puntos por década. En otros veinte países sobre los que
se disponía de datos se había registrado idéntica mejora. Si los tests de CI
medían realmente el grado general de inteligencia, habría que concluir que los
niños nacidos hoy son un 25 por 100 más inteligentes que sus abuelos… Sea como
fuere, el efecto Flynn se produce con demasiada rapidez para que pueda
justificarse por procesos genéticos que requerirían varias generaciones para
imponerse.
Las causas del efecto
Flynn no se conocen bien. Parece probable que el entorno social generado por
los modos postindustriales (personalmente, prefiero el término
“hiperindustriales”) de comunicación y producción ha mejorado la calidad
general del entorno social y económico para la enseñanza en ámbitos
tecnológicamente avanzados. Los estudiantes están mejor preparados para pasar
tests de cualquier tipo al exponerse a pruebas y situaciones similares desde
una edad temprana.
Aunque tanto los negros
como los blancos experimentan el efecto Flynn, sus resultados han mejorado al
mismo ritmo, lo que ha provocado la subsistencia de la diferencia de quince
puntos. Pero esta divergencia no tiene por qué ser permanente. Flynn sugiere
que si los negros tuvieron en 1995 el mismo resultado que los blancos en 1945,
es probable que el entorno medio en el que se desenvolvieron los negros en 1995
equivaliera al entorno medio de los blancos de 1945.
Fuente: Harris, M. (2000), Teorías sobre la cultura en la era
posmoderna, Crítica, Barcelona.
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