11/10/08

Edward Witten

Por Michio Kaku
Edward Witten, del Instituto para Estudio Avanzado en Princeton, New Jersey, domina el mundo de la física teórica. Witten es actualmente el «jefe de la banda», el más brillante físico de altas energías, que marca las tendencias en la comunidad física al modo en que Picasso marcaba las tendencias en el mundo del arte. Cientos de físicos siguen su trabajo religiosamente para tener noción de sus ideas innovadoras. Un colega de Princeton, Samuel Treiman, dice: «Él nos saca una cabeza a todos los demás. Ha iniciado a grupos enteros de personas en nuevos caminos. Construye demostraciones elegantes y asombrosas que dejan a la gente boquiabierta y admirada». Treiman concluye: «No deberíamos establecer comparaciones con Einstein con demasiada alegría, pero cuando se trata de Witten …».
Imagen tomada de https://bit.ly/2GWQqMu
Witten procede de una familia de físicos. Su padre es Leonard Witten, profesor de física en la Universidad de Cincinnati y una destacada autoridad en la teoría de la relatividad general de Einstein. (Su padre, de hecho, se jacta a veces de que su mayor contribución a la física fue engendrar a su hijo). Su esposa es Chiara Nappi, también física teórica en el instituto.
Witten no es como los demás físicos. La mayoría de ellos comienzan su romance con la física a una edad temprana (cuando están en el instituto de enseñanza media o incluso en la escuela elemental). Witten ha desafiado muchas convenciones, al empezar con un título en historia en la Universidad Brandeis y un fuerte interés en lingüística. Después de licenciarse en 1971, trabajó en la campaña presidencial de George McGovern. McGovern le escribió incluso una carta de recomendación para una facultad universitaria. Witten había publicado artículos en The Nation y New Republic. (Scientific American, en una entrevista con Witten, comentaba: «sí, un hombre que es presumiblemente la persona más inteligente del mundo es un demócrata liberal».)
Pero una vez que Witten decidió escoger la física como profesión, aprendió física con pasión. Se licenció en Princeton, enseñó en Harvard, y luego fue catapultado a un puesto de profesor permanente en Princeton a la edad de veintiocho años. También recibió la prestigiosa Beca MacArthur (a veces calificada como el premio «al genio» por la prensa). Los resultados de su trabajo han afectado también profundamente al mundo de las matemáticas. En 1990, fue premiado con la Medalla Fields que, en el mundo de las matemáticas, es tan prestigiosa como el premio Nobel.
La mayor parte del tiempo, sin embargo, Witten permanece sentado y mira por la ventana, manipulando y reordenando grandes conjuntos de ecuaciones en su cabeza. Su mujer señala: «Nunca hace cálculos excepto en su mente. Yo llenaría páginas con cálculos antes de llegar a comprender lo que estoy haciendo. Pero Edward sólo se sienta para calcular un signo menos, o un factor dos». Witten dice: «La mayoría de las personas que no han estudiado física probablemente piensan que lo que hacen los físicos es cuestión de cálculos increíblemente complicados, pero eso no es realmente lo esencial. Lo esencial es que la física trata de conceptos, busca comprender los conceptos, los principios mediante los que opera el mundo».
Fuente: Kaku, M. (1994), Hiperespacio, Crítica, Barcelona.

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