Por Subcomandante Marcos
En su furor hegemónico, la mundialización
se apodera de elementos culturales y pretende homogeneizar el planeta en su
conjunto, con toda la seducción de que es capaz, el American Way of Life, el modelo de vida de Estados Unidos, que es
el que se presta mejor. Haciendo esto, el objetivo que se busca es el de
cambiar los criterios para valorar una sociedad. ¿Qué valoraba hasta ahora una
sociedad, una civilización? ¿Cuáles eran sus criterios de belleza, de creación,
se sabiduría, de ética, de justicia, de moral, de honestidad…? Pues bien, a
partir de ahora los valores del mercado –la rentabilidad, el beneficio, la
eficacia– se imponen por todas partes y reemplazan a los demás. Presiden las
decisiones de los gobiernos, rigen el funcionamiento de las familias, se
imponen en la escuela, reinan en los medios de comunicación. No se admite que
un individuo ocupe un lugar en la sociedad si no es apto para producir y para
comprar.
…
Aunque los indígenas sean
los más olvidados y los más pobres de entre los pobres, el EZLN se levantó en
armas para reclamar la democracia, la libertad y la justicia para todos los
mexicanos, y no sólo para los indígenas. No queremos ser independientes de México,
queremos ser indios mexicanos. El EZLN se organizó como un ejército y respeta
todas las disposiciones internacionales para ser reconocido como tal. Siempre
hemos respetado las convenciones internacionales y las leyes de la guerra.
Hemos declarado formalmente las hostilidades, llevamos uniformes, grados e
insignias identificables y respetamos a la población civil y a los organismos
neutrales. El EZLN posee armas, está dotado de una jerarquía y de una
disciplina militares, pero no practica el terrorismo ni cometió nunca ningún
atentado. El EZLN lucha para que ya no sea necesario ser clandestino ni ir
armado para pedir democracia, justicia y libertad. Por eso decimos que luchamos
para desaparecer. Creemos que quien conquista el poder por las armas no debiera
gobernar nunca, puesto que se arriesga a gobernar por las armas y por la
fuerza. Quien recurre a las armas para imponer sus ideas es porque tiene ideas
realmente muy pobres.
…
Nos definimos como un
movimiento rebelde que exige cambios sociales. El término “revolucionario” no
es apropiado, porque todo dirigente o movimiento revolucionario tiende a querer
convertirse en dirigente o actor político. Mientras que un rebelde social nunca
deja de ser un rebelde social. Un revolucionario siempre quiere transformar las
cosas desde arriba, mientras que el rebelde social quiere cambiarlas desde
abajo. El revolucionario piensa: tomo el poder, y desde arriba transformo el
mundo. El rebelde social se comporta de otra manera. Organiza a las masas y
desde abajo, poco a poco, transforma las cosas sin plantearse el problema de la
toma del poder.
El EZLN es un movimiento
insurreccional sin una ideología estrictamente definida. No responde a ninguno
de los espacios políticos clásicos: el marxismo-leninismo, social-comunista,
castrista, guevarismo, etc. Creemos que los movimientos revolucionarios, cuanto
más revolucionarios sean, más arbitrarios son en el fondo. Lo que debe hacer un
movimiento armado es plantear un problema –falta de libertad, imperfección
democrática, desaparición de la justicia– y acto seguido desaparecer. Como
estamos intentando hacer actualmente.
…
Nuestro objetivo, lo
decimos a menudo, no es conquistar el poder. Sabemos que el lugar del poder
está vacío a partir de ahora. Y que la lucha por el poder es una lucha por la
mentira. Lo que hay que hacer en la época de la mundialización es construir una
nueva relación entre el poder y los ciudadanos. Si se firma la paz, el EZLN
dejará de hacer política como hasta ahora. Haremos política de otro modo, sin
pasamontañas, sin armas pero al servicio de los mismos ideales. Porque hemos
aprendido que somos una especie de espejo y que reflejamos, a nuestra manera,
otros movimientos de resistencia en todo el mundo. Por eso nos sentimos
solidarios con otras luchas. Como, por ejemplo, la de los homosexuales y
lesbianas, que han sufrido todo tipo de persecución y de discriminación. O la
de los emigrantes, contra los cuales se edifican dispositivos racistas por
todos lados. Quieren que las personas renieguen de sus particularidades, el
color de su piel, su origen o el país donde nacieron. Quieren hacerles sentir
que haber nacido así, con ese color o en ese sitio es un crimen. Y que deben
ser castigados por eso.
Fuente: Marcos, S. (2001), Marcos la dignidad rebelde, Cybermonde,
Valencia.
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