El Dr. Laurent Stewart, del Instituto de
Neurociencia Cognitiva de Londres, afirma que hay personas que no pueden percibir música. Dichas personas padecen
de amusia: escuchan perfectamente pero no distinguen entre dos notas cercanas
y, por tanto, todas las tonadas les suenan igual.
Quizá el Che Guevara
padecía de amusia. Vilma Espín, la compañera de Raúl Castro, fallecida hace poco,
cuenta que al Che le sonaba casi
iguales el himno del 26 de Julio y La Internacional.
Sin embargo al Che le
gustaba la música.
Y cantaba, pero
desafinado: a la hora de entonar el himno, en la escuela, lo sacaban de la
fila.
Y bailaba, pero con los
pasos cambiados: cuando celebraba su 24 cumpleaños pidió a Alberto Granado, su
compañero de viaje, que le dé con el codo si es un tango lo que está sonando.
Lo codeó, pero para recordarle que esta
canción le fascina a Chichina, la novia del Che. Era una samba… y el Che la
bailó como si fuera un tango.
No hay comentarios:
Publicar un comentario