Por Jesús Mosterín
Los guacamayos azules son los psitácidos
de mayor tamaño: de 70 cm a 1 m de longitud y más de 130 cm de envergadura. Son
animales magníficos, de colores llamativos, inteligentes y de fácil
comunicación. Aunque legalmente protegidos en Brasil y Bolivia, están en
peligro de extinción. Los indios los capturan furtivamente para vender
ejemplares vivos (y con frecuencia pronto muertos) a los traficantes de
animales exóticos y también para hacer con sus plumas gorros que venden a los
turistas. A esto se une la reducción de su hábitat por talas e incendios
provocados para roturar la selva. Benito es un guacamayo azul (Anodorhynchus hyacinthinus) grande e
inteligente que desde hace tiempo reside en el Aviario Nacional de Pittsburgh
(Pennsylvania), solo en una jaula y con ganas de contactos sociales. Yo estuve
todo el curso 1996-1997 en Pittsburgh como fellow
del Center for Philosophy of Science. Durante mi estancia visité varias veces a
Benito en su aviario y entablé una relación de amistad con él. Cada vez que lo
visitaba, se alegraba y trataba de llamar mi atención y de impresionarme con
sus proezas acrobáticas, lo que indudablemente conseguía. No quería que me
fuese. La última vez que lo vi, me daba y agarraba la mano y solo la soltaba
para realizar ante mis ojos acrobacias como colgarse del techo de la jaula por
el pico. Obviamente tenía una vida psíquica intensa. Me despedí de él con un
nudo en la garganta.
Fuente: Mosterín, J. (2013), El reino de los animales, Alianza Editorial,
Madrid.
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