Por Bertrand Russell
Cuando
miro hacia el futuro, mi mirada desilusionada sólo ve luchas y más luchas,
áspera crueldad, tiranía, terror y sumisión esclavizante. El hombre que yo
sueño, erguido, valiente y generoso, ¿existirá alguna vez sobre la tierra? ¿O
acaso continuarán los hombres luchando, matando y torturando hasta el fin de
los tiempos, hasta que la tierra se enfríe y el sol moribundo no pueda ya
acelerar su inútil frenesí? No puedo saberlo, pero sí conozco la desesperación
de mi alma, la inmensa soledad mientras yerro por el mundo como un fantasma,
hablando con una voz que nadie escucha, perdido como si hubiera caído de otro
planeta.
Fuente:
Russell, B. (2010), Autobiografía, Edhasa, Barcelona.
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