16/12/21

Mahoma versus los judíos

Por Jesús Mosterín

Al negarse los judíos a reconocerlo como su profeta, el decepcionado Mahoma reaccionó vindicativamente. Hizo matar a varios de sus críticos y, con excusas triviales, expulsó de la ciudad a la tribu judía de los Banu Qaynuqa en 623 y a la de los descendientes de al-Nadir en 625. Hombres, mujeres y niños hebreos tuvieron que abandonar sus casas y campos con lo puesto. Todos sus bienes fueron confiscados y entregados al profeta, que repartió las casas ahora vacías entre sus seguidores llegados de La Meca. Si dos de las tres tribus judías de Medina fueron expulsadas de la ciudad, la tercera, la de los Banu Qurayza, tuvo un destino aún más aciago. Mahoma acabó condenando a muerte a sus hombres y reduciendo a la esclavitud a sus mujeres e infantes. Acusados por Mahoma de conspirar con los hebreos de Jaibar, los judíos qurayzíes fueron encerrados durante un mes en su propio barrio, hasta que «Dios introdujo el terror en sus corazones». Aunque los judíos se rindieron a los muslimes, no les sirvió de nada; la totalidad de los hombres judíos adultos fueron pasados a cuchillo y la totalidad de las mujeres e infantes fueron repartidos o vendidos como esclavos. Los seguidores de Mahoma cavaron zanjas cerca del mercado y arrojaron a ellas más de 700 cabezas cortadas de judíos.

Fuente: Mosterín, J. (2012), El islam, Alianza Editorial, Madrid. 

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