Por Amnistía Internacional
Cándido Amador Recinos, secretario general
del Consejo de Asesoramiento para el Desarrollo de las Etnias autóctonas de
Honduras (CADEAH) fue asesinado el 12 de abril [de 1997] en Copán Ruinas,
departamento de Copán, en Honduras. Era miembro del grupo indígena chortí y
había luchado activamente durante años para obtener tierras para los grupos
autóctonos y mejorar su nivel de vida.
Su cuerpo fue hallado
junto al borde de un camino, acribillado a balazos y con heridas de cuchillo o
machete. Se decía que en el lugar donde lo mataron se encontraron muchas
colillas de cigarrillos, como si los atacantes hubieran estado esperándolo.
Cándido Amador Recinos
había recibido muchas amenazas, una de ellas poco antes de su muerte. Las
organizaciones de pueblos autóctonos acusaron de su asesinato a los
terratenientes que intentaban detener los esfuerzos de recuperación de tierras
para los indígenas. Los familiares rechazaron enérgicamente la sugerencia de la
Fuerza de seguridad Pública de que había sido víctima de un robo, diciendo que
lo único que le habían robado era su mochila con documentos relacionados con su
trabajo.
La Dirección de
Investigaciones Criminales y la Fuerza de Seguridad Pública iniciaron una
investigación. Sin embargo, nadie ha tenido que rendir cuentas por el asesinato
de Cándido Amador Recinos.
Fuente: Amnistía Internacional
(2001), El racismo y la
administración de justicia, EDAI, Madrid.
No hay comentarios:
Publicar un comentario