21/10/21

La flecha del tiempo

Por Brian Greene

Así que ¿por qué vemos un huevo que se aplasta pero no se desaplasta? ¿De dónde procede la flecha del tiempo que todos experimentamos? Hasta aquí es adonde nos ha llevado esta aproximación. Gracias a una fluctuación rara pero no imposible a partir de un estado primordial poco notable y con alta entropía, una minúscula pepita de espacio de 10 kilogramos logró las condiciones que llevaron a una breve ráfaga de expansión inflacionaria. El tremendo hinchamiento produjo un espacio estirado enormemente grande y extraordinariamente suave, y, cuando la ráfaga terminó, el campo inflatón liberó su energía enormemente amplificada llenando el espacio casi uniformemente de materia y radiación. Cuando se redujo la gravedad repulsiva del inflatón, la gravedad atractiva ordinaria se hizo dominante. Y, como hemos visto, la gravedad atractiva explota minúsculas inhomogeneidades provocadas por agitaciones cuánticas para hacer que la materia se aglutine, formando galaxias y estrellas y llevando en última instancia a la formación del Sol, la Tierra, el resto del sistema solar, y las otras características de nuestro universo observado. (Como se discutió, unos 7.000 millones de años después del bang la gravedad repulsiva se hizo una vez más dominante, pero esto es sólo relevante en la mayor de las escalas cósmicas y no tiene impacto directo sobre entidades más pequeñas como las galaxias individuales o nuestro sistema solar, donde sigue reinando la gravedad atractiva ordinaria.) La energía de relativa baja entropía del Sol fue utilizada por las formas de vida animal y vegetal de baja entropía en la Tierra para producir aún más formas de vida de baja entropía, elevando lentamente la entropía total mediante calor y residuos. Finalmente, esta cadena produjo una gallina que produjo un huevo –y usted ya conoce el resto de la historia: el huevo rodó por la encimera de su cocina y se aplastó contra el suelo como parte del impulso incesante del universo hacia mayor entropía–. Es la naturaleza uniformemente suave, altamente ordenada y de baja entropía del tejido del espacio producido por el estiramiento inflacionario que es el análogo a tener las páginas de Guerra y paz en su disposición numérica adecuada; es este estado de orden primitivo –la ausencia de baches o alabeos severos o agujeros negros gigantescos– el que preparó al universo para la evolución posterior hacia entropía más alta y con ello proporcionó la flecha del tiempo que todos experimentamos. Con nuestro nivel de comprensión actual, ésta es la explicación más completa que se ha dado para la flecha del tiempo.

Fuente: Greene, B. (2004), El tejido del cosmos, Crítica, Barcelona.

No hay comentarios: