2/5/18

El desarrollo humano de Cuba (y el de Guinea Ecuatorial)

Guinea Ecuatorial es un pequeño país ubicado al oeste del continente africano, entre Camerún y Gabón. Fue colonia de Portugal hasta 1777, y de España hasta 1968, cuando consiguió la independencia. El primer gobierno, encabezado por Francisco Macías, fue un desastre: en 1979, cuando lo derrocó su sobrino y ministro Teodoro Obiang, unas 100 mil personas estaban en el exilio y unas 20 mil habían sido asesinadas, en un país de apenas 300 mil habitantes.
El gobierno de Obiang, todavía en funciones, no ha sido mucho mejor. Se ha caracterizado por la corrupción, por reprimir a los opositores políticos y, sobre todo, por su incapacidad para lograr avances sociales a pesar de contar con los recursos materiales necesarios, algo inusual en África. Hasta que comenzó la producción petrolera, en 1991, Guinea Ecuatorial era un país pobre. Con el petróleo se enriqueció súbitamente, pero la mayor parte de la población continúa en la pobreza. El Estado no brinda los servicios que caracterizan a otros países con el mismo nivel de riqueza. Un reciente informe de Human Rights Watch (“¿Maná del cielo?”) señala que:

Guinea Ecuatorial es, por lejos, el país del mundo con la brecha más grande entre riqueza per cápita y la posición conseguida en el Índice de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que mide el desarrollo social y económico. Las importantes reservas de petróleo con que cuenta Guinea Ecuatorial colocan al país entre aquellos con recursos suficientes para invertir en servicios sociales, incluidos salud y educación, y para efectivizar, de manera gradual, derechos económicos y sociales en consonancia con sus obligaciones regionales e internacionales en materia de derechos humanos.

Los datos del Informe sobre Desarrollo Humano 2016 del PNUD, que señalan que Guinea Ecuatorial es el país que con más ha hecho menos, también nos permiten asegurar que Cuba es uno de los países que con menos ha hecho más.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) es ciertamente un poderoso indicador para evaluar lo que una nación es capaz de hacer en materia de desarrollo según su nivel de riqueza. El IDH se compone de indicadores relacionados con la salud, la educación y el bienestar económico. Gracias a que los valores de esos indicadores están validados, es posible hacer comparaciones entre países. Por ejemplo, para evaluar lo que los países pueden hacer en materia de salud de acuerdo a su riqueza, podemos fijarnos en dos componentes del IDH: la esperanza de vida al nacer –un indicador muy usado para estimar el nivel de salud de una sociedad–, y el ingreso nacional bruto per cápita –un indicador muy usado para estimar la riqueza de una sociedad. Observemos la Tabla 1 para el caso de Guinea Ecuatorial:

Tabla 1
Esperanza de vida al nacer
(años)
Ingreso nacional bruto per cápita
(PPA en $ de 2011)
Chile
82,0
21.665
Sudáfrica
57,7
12.087
Guinea Ecuatorial
57,9
21.517
Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2016.

Sudáfrica y Guinea Ecuatorial tienen aproximadamente la misma esperanza de vida, pero el ingreso per cápita de Guinea Ecuatorial casi duplica el de Sudáfrica. Eso quiere decir que Sudáfrica es capaz de hacer lo mismo que Guinea Ecuatorial en materia de salud con la mitad de los recursos. En la Tabla 1 también vemos que Chile, que tiene  el mismo ingreso per cápita de Guinea Ecuatorial, tiene una esperanza de vida de 82,0 años. Es decir, Chile es capaz de hacer mucho más que Guinea Ecuatorial en materia de salud contando con los mismos recursos.
Para el caso de Cuba veamos la Tabla 2:

Tabla 2
Esperanza de vida al nacer
(años)
Ingreso nacional bruto per cápita
(PPA en $ de 2011)
Costa Rica
79,6
14.006
Cuba
79,6
7.455
Belice
70,1
7.375
Fuente: PNUD, Informe sobre Desarrollo Humano 2016.

Costa Rica y Cuba tienen la misma esperanza de vida: 79,6 años. Pero Costa Rica tiene un ingreso per cápita que duplica el de Cuba. Eso quiere decir que Cuba es capaz de hacer lo mismo que Costa Rica en materia de salud con la mitad de los recursos. En la Tabla 2 también vemos que Belice tiene el mismo ingreso per cápita de Cuba, y una esperanza de vida de 70,1 años. Es decir, Cuba es capaz de hacer mucho más que Belice en materia de salud con los mismos recursos.
El gran rendimiento que muestra Cuba es muy importante al menos por dos razones. (1) Se trata de un país pobre torturado durante décadas por Estados Unidos. Su caso demuestra que aun en penosas circunstancias es posible elevar el desarrollo humano. (2) En un mundo con recursos limitados, en el que no es posible universalizar el estilo de vida de la clase media porque la presión que se ejercería sobre la naturaleza sería insoportable, es fundamental aprender a mejorar el desarrollo humano con la menor cantidad posible de recursos materiales.
Para evitar malentendidos –que son comunes cuando se escribe sobre Cuba–, me apresuro a aclarar que no estoy sugiriendo que los países pobres deberían imitar el modelo político y económico de Cuba. (Tampoco sugiero que debamos cerrar los ojos ante las falencias de Cuba en otras áreas. En Cuba hay graves violaciones de la libertad de expresión, asociación y reunión que es preciso denunciar.) Lo que pretendo, simplemente, es señalar un hecho objetivo y extraer una lección. El hecho objetivo es que los índices de salud y educación de Cuba son altos a pesar de ser un país pobre. Y la lección: los muchos países del mundo con recursos escasos y con servicios de salud y educación deficientes podrían aprender de la experiencia cubana.

2 comentarios:

Anónimo dijo...


El caso es que los llamados defectos de Cuba son los que hacen posibles esos logros.

sasg dijo...

¿A qué defectos te refieres?