Por Carl Sagan
Un
virus de poliomielitis es un diminuto microorganismo. Cada día topamos con
muchos de ellos. Pero por suerte es un hecho raro que nos infecten y provoquen
esta temida enfermedad. Franklin D. Roosevelt, el presidente número treinta y
dos de los Estados Unidos, tuvo la polio. Se trata de una enfermedad que deja
lisiado y quizás esto hizo que Roosevelt sintiera una mayor compasión por los
desvalidos; o quizás aumentó sus ansias de éxito. Si la personalidad de
Roosevelt hubiese sido distinta, o si no hubiese tenido nunca la ambición de
llegar a presidente de los Estados Unidos, es posible que la gran depresión de
los años 1930, la segunda guerra mundial y el desarrollo de las armas nucleares
hubiesen tenido un desenlace distinto. El futuro del mundo hubiese podido
cambiar. Pero un virus es una cosa insignificante, que mide sólo una
millonésima de centímetro. Apenas es nada.
Fuente:
Sagan, C. (1980), Cosmos, Planeta, Barcelona.
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