Por Noam Chomsky
¿Qué
podemos decir de la objetividad? Es una noción curiosa. En primer lugar, no
deberíamos pretender que somos observadores neutrales y ya está. Cada ser
humano tiene un punto de vista; si no tienes una opinión de las cosas, no eres
humano, no tienes un cerebro activo. Si eres un periodista o académico serio,
lo que hace es presentar con claridad tu punto de vista, de modo que tus
lectores puedan entenderlo y compensarlo, y luego tienes que procurar ser lo
más preciso que puedas acerca de lo que sucede.
Si para ti lo importante son los derechos
de los poderosos, muy bien, dilo claramente y escribe a partir de esta
perspectiva. Si tu punto de vista es que lo importante son los derechos de los
que sufren y los oprimidos, exprésalo claramente y luego describe la situación
con la máxima precisión que puedas, sin recortar nada.
La objetividad pura no es más que una
noción sin sentido en las ciencias. Ningún físico nuclear aborda cada artículo
que lee con una objetividad pura, como si no tuviera ciertas convicciones sobre
el tema. Vaya, es que es ridículo. Hace poco leí una discusión entre un grupo
de científicos de renombre sobre lo que es una partícula, el concepto más
crítico de la física. Tienes muchas opiniones diferentes y la gente discute
acerca de ellas. De cualquier forma que observen un experimento, estarán
influidos por su punto de vista. Es física fundamental.
Supón que observamos la guerra de Siria.
Está claro que tendrás tu propia opinión, pero esto no significa que no puedas
ser un buen periodista objetivo, tal como era Robert Fisk, o como Patrick
Cockburn, Charles Glass, Jonathan Steele y muchos otros. Todos tienen sus
respectivos puntos de vista.
Fuente: Chomsky,
N. (2022), Resistencia, Pasado y Presente, Barcelona.