Por Eduardo Galeano
Fue
pastor evangélico, pero poco duró. La ortodoxia religiosa no era lo suyo.
Hombre de ideas abiertas, polemista apasionado, cambió la iglesia por la
universidad.
Estudió en Princeton, enseñó en Nueva
York.
Fue profesor de lenguas orientales y autor
de la primera biografía de Mahoma publicada en los Estados Unidos.
Escribió que Mahoma había sido un hombre
extraordinario, un visionario dotado de un imán irresistible, y también un
impostor, un charlatán, un vendedor de ilusiones. Pero él no tenía mejor
opinión del cristianismo, que era desastroso en la época de la fundación
del Islam.
Ése fue su primer libro. Después, escribió
otros. En asuntos de Medio Oriente, y en temas de la Biblia, pocos eran los
estudiosos que se le podían comparar.
Vivió encerrado entre torres de libros
raros. Cuando no escribía, leía.
Murió en Nueva York, en 1859.
Se llamaba George Bush.
Fuente:
Galeano, E. (2008), Espejos, Siglo XXI, Buenos Aires.
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