Por Noam Chomsky
Lo
que ha ocurrido en Venezuela … es un caso extremo de lo que sucede en toda
Latinoamérica, y es muy trágico. El propio Chávez intentó promover cambios
importantes y positivos, pero el modo en que los llevó a cabo tenía defectos
esenciales. Para empezar, se hizo de arriba abajo, no provenía de la base. Se
intentó organizar un activismo popular, pero es muy difícil averiguar –al menos
yo no lo he logrado– hasta qué punto lo consiguieron.
También existía un importante grado de
corrupción e incompetencia que minó gravemente sus esfuerzos. No sabemos cuán
alto llegaba. Por último, no se produjeron cambios en cuanto a la dependencia
económica de un único recurso, el petróleo. En realidad, probablemente
Venezuela se volvió más dependiente si cabe. Aunque el país podría contar con
una rica economía agrícola y una productiva economía industrial, depende
abrumadoramente de sus exportaciones de petróleo.
Creo que el mismo Chávez era consciente de
ello. Durante una importante charla ante las Naciones Unidas, señaló que
Venezuela es un exportador de combustible fósil, pero dijo que productores y consumidores
debían unirse para encontrar la forma de librar al mundo de los combustibles
fósiles porque eran muy destructivos. Es una postura muy poco habitual en
alguien cuya economía depende de la producción de petróleo. Ridiculizaron a
Chávez por llamar a George W. Bush «el diablo» en esa reunión, pero no vi que
nadie se hiciese eco de sus comentarios sobre los combustibles fósiles.
La combinación de iniciativas creadas
desde arriba, el fracaso en avanzar hacia la diversificación, la corrupción, la
incompetencia…, la unión de todos esos factores ha llevado al colapso económico
de Venezuela.
Chomsky,
N. (2017), Malestar global, Sexto Piso, Madrid. (Hice ligeros cambios en
el texto para mejorar la traducción)
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