Imagen tomada de https://bit.ly/2IIn2ek
Bob Marley nació en el pobrerío, y grabó
sus primeras músicas durmiendo en el suelo del estudio.
Y en pocos años se hizo
rico y famoso y durmió en lecho de plumas, abrazado a Miss Mundo, y fue adorado
por las multitudes.
Pero nunca olvidó que él
no era solamente él.
Por su voz cantaba el
sonoro silencio de los tiempos pasados, la fiesta y la furia de los esclavos
guerreros que durante dos siglos habían vuelto locos a sus amos en las montañas
de Jamaica.
Fuente: Galeano, E. (2012), Los hijos de los días, Siglo Veintiuno,
Buenos Aires.
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